miércoles, 6 de febrero de 2013

Foto: LA MEDICINA DEL COLIBRÍ

Colibrí, la más pequeña de las aves, nos trae mensajes especiales. Es la única criatura capaz de parar en seco mientras viaja a grandes velocidades. Puede flotar, o avanzar, retroceder, subir y bajar. Vive de néctar y busca la dulzura de la vida. Su larga lengua le permite pasar por alto la capa exterior, a menudo dura y amarga, y encontrar los tesoros escondidos debajo. Colibrí es amado por las flores y plantas, pues al libar el néctar de la flor, la planta se reproduce y crea más de su especie.

En muchas tradiciones, las plumas de Colibrí son atesoradas por sus cualidades casi mágicas. Se dice que Colibrí trae amor como ninguna otra medicina puede hacerlo, y su presencia trae alegría al observador.

Esta bonita ave representaba para los Sabios Aztecas lo que nosotros conocemos como el Espíritu Santo. En su Danza Cósmica bebe el néctar de las flores símbolos de las Virtudes y Poderes del Alma, un Ritual representante de la Revalorización del Ser en su propia Obra.
Fue llamado por los Sabios Nahuas HUITZILIN o HUITZITZILLIN y siempre estuvo asociado a Huitzilopóchtli, el Dios de la Guerra Florida o que hace florecer al corazón, es decir, la Lucha Interior.  

El colibrí es el símbolo por excelencia de la purificación, inclusive se ligaba a Quetzalcóatl, el Sol Naciente, el Niño Sol que se representaba siempre con un pequeño Huitzitzillin.

Existe una leyenda de origen Maya que nos habla de este singular pájaro, en la que se describe al colibrí en un halo de misterio y se le atribuye ser portador del pensamiento de los hombres: 

Si te desean un bien o un mal el lo transporta. Por eso, cuando lo veas volar cerca de ti, unas veces sentirás tranquilidad, como si te pusieran una flor en el pecho, en este caso, toma lo que te trae y como luz que arde en la luz, piensa en bien para los demás que el llevara tu deseo y luego vendrá a ti desde las Almas de los demás.Pero cuando al revolotear cerca de ti sientas una inquietud que te punza, como si te clavaran una espina en el corazón, no lo toques, pero defiéndete en pensar bien y en desear cosas buenas para todos.

FUENTE: El Sendero del Colibrí.



LA MEDICINA DEL COLIBRÍ

Colibrí, la más pequeña de las aves, nos trae mensajes especiales. Es la única criatura capaz de parar en seco mientras viaja a grandes velocidades. Puede flotar, o avanzar, retroceder, subir y bajar. Vive de néctar y busca la dulzura de la vida. Su larga lengua le permite pasar por alto la capa exterior, a menudo dura y amarga, y encontrar los tesoros escondidos debajo. Colibrí es amado por las flores y plantas, pues al libar el néctar de la flor, la planta se reproduce y crea más de su especie.

En muchas tradiciones, las plumas de Colibrí son atesoradas por sus cualidades casi mágicas. Se dice que Colibrí trae amor como ninguna otra medicina puede hacerlo, y su presencia trae alegría al observador.

Esta bonita ave representaba para los Sabios Aztecas lo que nosotros conocemos como el Espíritu Santo. En su Danza Cósmica bebe el néctar de las flores símbolos de las Virtudes y Poderes del Alma, un Ritual representante de la Revalorización del Ser en su propia Obra.
Fue llamado por los Sabios Nahuas HUITZILIN o HUITZITZILLIN y siempre estuvo asociado a Huitzilopóchtli, el Dios de la Guerra Florida o que hace florecer al corazón, es decir, la Lucha Interior.

El colibrí es el símbolo por excelencia de la purificación, inclusive se ligaba a Quetzalcóatl, el Sol Naciente, el Niño Sol que se representaba siempre con un pequeño Huitzitzillin.

Existe una leyenda de origen Maya que nos habla de este singular pájaro, en la que se describe al colibrí en un halo de misterio y se le atribuye ser portador del pensamiento de los hombres:

Si te desean un bien o un mal el lo transporta. Por eso, cuando lo veas volar cerca de ti, unas veces sentirás tranquilidad, como si te pusieran una flor en el pecho, en este caso, toma lo que te trae y como luz que arde en la luz, piensa en bien para los demás que el llevara tu deseo y luego vendrá a ti desde las Almas de los demás.Pero cuando al revolotear cerca de ti sientas una inquietud que te punza, como si te clavaran una espina en el corazón, no lo toques, pero defiéndete en pensar bien y en desear cosas buenas para todos.

FUENTE: El Sendero del Colibrí.

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