sábado, 2 de marzo de 2013


 El abultado vientre de una mujer es un útero relajado.

Para la medicina tradicional china el útero en el primer motor energético del cuerpo femenino. EL útero bombea la energía vital sexual por nuestro cuerpo, nos da fuerza y energía para vivir. Sin embargo, el tipo de educación recibida, la represión sexual y la sumisión que experimentamos las niñas pequeñas nos obliga a hacer un gesto inconsciente, cerrar el flujo de energía que recorre nuestro cuerpo para poder adaptarnos al modelo de niña sumisa, obediente, callada, asexual, quieta, buena y complaciente.
No tener vientre es la señal de que el útero está en el interior encogido y tenso. De hecho, una de las primeras señales que tenemos de que el útero se está relajando es que sentimos que nuestro vientre se desborda, se expande, asoma entonces un vientre armonioso y bello que muestra el espacio del útero en nuestro interior. No es una barriga hinchada, es el vientre que pertenece a la anatomía femenina, independientemente de si el resto del cuerpo está delgado o no. Cuando el útero está relajado el músculo se distiende y ocupa una parte considerable de espacio en el cuerpo. Si está tenso el músculo del útero se contrae y ocupa un menor espacio. El vientre es una zona llena de sensibilidad que despierta deseo y produce placer. De hecho, las bailarinas de danza del vientre suelen tener barriga, una barriga hermosa y sensual que movilizan para su propio placer y de paso, a veces, el de los otros.

Tener vientre y ser mujer van de la mano. En el útero está el poder, la energía que desplegamos al vivir, el placer y la sensualidad. No en vano el útero está involucrado en el orgasmo femenino. Quizás no sea solo una cuestión estética y haya que mirar más allá.


Ante esto, cabe preguntarnos por qué querríamos renunciar a la fuente de placer que proporciona el útero relajado y el vientre. ¿Es una estrategia inconsciente o no del patriarcado para castrarnos aun más? ¿No será al final un elemento más de sometimiento? Lamentablemente, mi respuesta es que los modelos de ser mujer en una sociedad no nacen dela casualidad, tienen una funcionalidad y en este caso parece que demasiado evidente: romper el placer y la sensualidad en la mujer, de forma que no goce demasiado, que se someta por falta de vigor y vitalidad, que luche contra su propia naturaleza para sentirse aceptada por terceros, es la demostración de las huellas del patriarcado en nuestro cuerpo. Abrir los ojos y ser conscientes de estas formas de sometimiento es el primer paso para liberarnos de las ataduras que el patriarcado ha impuesto en nuestro cuerpo.

Efectos de un útero relajado: Menstruación sin dolor, parto sin dolor y/o poderoso, mayor deseo y placer sexual, mayor creatividad, mayor seguridad personal.

Tomado del audiovisual "Vientre de mujer" de Mónica Felipe-Larralde, disponible en su blog: http://estudiosobreelutero.blogspot.com/2012/06/documental-vientre-de-mujer.html

(Imagen: Brenda Goodman)

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